Les Pêcheries Gaspésiennes


Orgullosa de su pasado y orientada al futuro, la empresa de propiedad familiar Les Pêcheries Gaspésiennes se dedica a la diversificación de sus productos y a la capacitación de la próxima generación para mantener su posición de liderazgo en la industria. A la vanguardia de la tecnología, Les Pêcheries Gaspésiennes ha evolucionado con el tiempo para satisfacer las necesidades cada vez mayores de sus valiosos clientes, ofreciendo una amplia gama de pescados y alimentos de mar.

Un cuarto de siglo ha pasado desde que el Sr. Benoit Reeves y sus asociados, sus hermanos y Ovila y Gaston Cloutier, fundaron la empresa con la apertura de una planta de procesamiento de peces de fondo en 1983. Sus entonces modestas instalaciones permitieron la producción de filetes frescos destinados a los mercados de Quebec y Montreal. Diez empleados participaron en el nacimiento de la empresa.

Una división de Les Pêcheries Gaspésiennes se construyó en el pueblo de Petit-Cap al año siguiente para comenzar el secado del bacalao Gaspé Cured. Fue entonces cuando comenzó la diversificación de la empresa al agregar esta nueva producción de pescado salado y secado. Tras equipar estas instalaciones con modernos hornos de secado, se crearon diez puestos de trabajo. El mismo año, la empresa obtuvo una licencia de explotación de productos congelados.

En 1986, el mercado del pescado abrió sus puertas a las ventas al por menor a nivel local. Tras conquistar el mercado internacional por primera vez con su bacalao Gaspé Cured, la empresa ofreció por fin sus productos al mercado local. Los habitantes del pueblo de Rivière-au-Renard y sus alrededores hoy hacen cola para asegurarse de tener en sus manos productos frescos y de calidad, directamente del mar a sus platos, sin intermediarios. A finales de los fructíferos años 80, Les Pêcheries Gaspésiennes aumentó su número de empleados de 30 a 60.

La empresa vivió entonces su período más crítico, tras la declaración del gobierno canadiense de una moratoria sobre el bacalao y los peces de fondo en 1993. La empresa, a través del consorcio Gaspé Cured, debió acudir en busca de suministros de materias primas en el extranjero para satisfacer la demanda de sus clientes. De este modo, el pescado continúa procesándose localmente, pero ahora proviene de Rusia y Alaska. Durante esos tiempos difíciles para toda la industria pesquera, la empresa logró mantenerse a flote, continuando la diversificación de sus actividades y la búsqueda de soluciones a los retos que se le presentaron.

“A pesar de una reducción del volumen de al menos un 50% debido a la moratoria, mantuvimos el número de puestos de trabajo en casi 60, confirma Benoit Reeves. La diversificación de nuestras actividades ha permitido a la empresa mantener su competitividad”.

En 1995, Les Pêcheries Gaspésiennes obtuvo permisos federales para la pesca del rodaballo en las aguas del Labrador. Dos años más tarde, los hermanos Cloutier se retiraron después de una exitosa carrera. La diversificación continuó hacia fines de los años 90, cuando la empresa empezó a comprar langosta para venderla en el mercado interno. Un acuerdo con la planta E. Gagnon et Fils permitió a Les Pecheries Gaspésiennes desembarcar 500.000 libras de cangrejo en el primer año. En la actualidad, el acuerdo continúa, con desembarques anuales de un millón y medio de libras de cangrejo. Durante el mismo período, la empresa también experimentó un fuerte aumento en los desembarques de rodaballo.

Finalmente, la década de 2000 comenzó con el ahumado de los productos ya procesados ​​en la planta. Esta nueva cuerda en el arco de la empresa permite a Les Pêcheries Gaspésiennes ofrecer a sus clientes productos de valor agregado. En 2007, la empresa construyó un nuevo y moderno ahumadero completamente automatizado, aumentando su capacidad de ahumado hasta triplicar su volumen. “Éste es el ahumadero más moderno de la provincia de Quebec, afirma Luke Reeves, director”.  El equipo permite el ahumado en caliente del pescado para ofrecer a los clientes productos listos para el consumo. Todas estas iniciativas demuestran que la diversificación es clave en una industria en constante cambio.  En un futuro próximo, Les Pêcheries Gaspésiennes continuará su impulso enfocándose en la presentación y la comercialización de sus pescados y productos de mar.

 

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